07 mayo 2008

Con la frente marchita

No sé que tendrá esta canción, pero cada vez que la escucho se me ponen los pelos de punta, supongo que es el hecho de recordar las calles de Buenos Aires, esa maravillosa ciudad...

Sentados en corro
merendábamos besos y porros
y las horas pasaban deprisa
entre el humo y la risa.

Te morías por volver
"con la frente marchita" cantaba
Gardel
y, entre citas de
Borges, Evita bailaba con Freud.
Ya llovió desde aquel chaparrón hasta hoy.

Iba cada domingo a tu puesto del Rastro a comprarte
carricoches de miga de pan, soldaditos de lata;
con agüita del mar andaluz quise yo enamorarme
pero tú no tenías otro amor que el del Río de la Plata.

Duró la tormenta
hasta entrados los años ochenta
,
luego el sol fue secando la ropa
de la vieja Europa.

No hay nostalgia peor
que añorar lo que nunca jamás sucedió;
"
mándame una postal de San Telmo, adiós, cuídate"
y sonó, entre tú y yo el silbato del tren.

Iba cada domingo a tu puesto del Rastro a comprarte
monigotes de miga de pan, caballitos de lata;
con agüita del mar andaluz quise yo enamorarte
pero tú no tenías otro amor que el del Río de la Plata.

Aquellas banderas
de la patria de la primavera
a decirme que existe el olvido
esta noche han venido.

Te sentaba tan bien
esa boina calada al estilo del
Ché,
Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear
y al llegar
a la Plaza de Mayo
me dio
por llorar
y me puse a gritar ¿dónde estás?

Y no volví más
a tu puesto del Rastro a comprarte
corazones de miga de pan, sombreritos de lata
y ya nadie me escribe diciendo "no consigo olvidarte,
ojalá que estuvieras conmigo en el Río de la Plata".


Mentiras Piadosas

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