20 julio 2008

       Ramón Gieling, cineasta holandés, presentó esta semana un documental sobre Joaquín Sabina, 19 días y 500 noches en el Teatro Ideal Cinema de Úbeda (Jaén). Dicho documental muestra el cambio que dió el cantautor después de la embolia que sufrió en 2001.

Varios amigos y conocidos del cantante, como Benjamín Prado o Javier Krahe, hablan de él en el documental, en el que se puede ver además una entrevista al propio Sabina e imágenes de la última gira junto a Joan Manuel Serrat.

       Si queréis más información sobre el reportaje podéis leerla en estas dos noticias en la web 'www.joaquinsabina.net':

       Y a continuación os dejo un par de videos, en el primero podréis ver el trailer de documental, y en el segundo una entrevista al propio Ramón Gieling.




Oiga, doctor

      El otro día en el trabajo hablábamos de esta canción, y creo que es una buena entrada para el blog, una canción más donde Sabina nos deja su ironía y su buen humor.

Oiga, doctor,
devuélvame mi depresión,
¿no ve que mis amigos se burlan de mí?
Dicen que no se puede consentir
esa sonrisa idiota.
Oiga, doctor,
que no escribo una nota
desde que soy feliz.

Oiga, doctor,
devuélvame mi rebeldía,
ahora que a la carta ceno cada día
y viajo con American Express,
algunas de las cosas,
oiga, doctor,
que imaginaba odiosas,
¿sabe que están muy bien?

Oiga, doctor,
este vez le falló la acupuntura,
¿acaso no le pago las facturas?
Déjeme como estaba, por favor.
Oiga, doctor,
a ver si tengo cura,
sólo quiero ser yo
y ahora parezco mi caricatura.

Oiga, doctor,
devuélvame mi fracaso,
¿no ve que yo cantaba la marginación?
Devuélvame mi odio y mi pasión.
Doctor, hágame caso,
quiero volver
a ser aquel payaso
con alas en los pies.

Oiga, doctor,
devuélvame mi excitación,
llevo ya cinco meses sin una erección.
Incluso en el gimnasio me inscribí,
pero no me curaron,
oiga, doctor,
cada miembro me hincharon
menos el viril.

Oiga, doctor,
esta vez le falló la acupuntura,
¿acaso no le pago las facturas?
Déjeme como estaba, por favor.
Oiga, doctor,
que ya no se me empina
desde que me mandó
tener cuidado con la nicotina.

Oiga, doctor,
esta vez le falló la acupuntura,
¿acaso no le pago las facturas?
Déjeme como estaba, por favor.
Oiga, doctor,
nada de disimulos,
la cumbre se me está
clavando por momentos en el culo.

'Oiga, doctor'
Hotel, dulce hotel

07 julio 2008

Mañana será otro día

Esta es una canción que, sinceramente, no conozco, he encontrado la letra en el libro "Con buena letra", y quiero compartirla con vosotros. La letra es de J.M. Bardagí y, como no, de Sabina.

El hombre del tiempo es un profeta notable,
cómprate un impermeable
si jura que no va a llover.

Cambio de canal y pongo un vídeo porno
y se me quema en el horno
la comida de mi mujer,

así que apago el televisor,
le abro la puerta a la misantropía,
que cuando necesito compañía,
viene a echarme una partida de dominó.

Mañana será otro día,
pero muy parecido a hoy.


Parece que todos se han vuelto locos,
aquí quien se tira el moco más grande
es el campeón,

a ver quién se cambia de coche y de piso,
quien gana, en el paraíso,
las elecciones a dios.

Yo me encierro en mi habitación
con un montón de fotos amarillas
y sueño que soy yo la pesadilla
de otro tipo que, dormido, me soñó.

Mañana será otro día,
pero muy parecido a hoy.


Maldito despertador, me clavas tus agujas
y a la hora en que se van a la cama las brujas
yo me peino en el ascensor.

Me da un cante el portero de parte del casero
y me estalla una tormenta cuando llego a la M-30
(y los pajaritos cantan y las nubes se levantan).

Me para un taxista y me suelta un coñazo:
"No fume y no dé portazos,
no hay cambio de cinco mil."

Le juro que soy un cliente modelo,
que nunca escupo en el suelo
ni me lo hago por la nariz.

Se me pone borde y le doy
un paraguazo a la carrocería
y aquí me tienes en comisaría.
Ya me conoce el inspector Godoy.

Mañana será otro día,
pero muy parecido a hoy.

Pastillas del doctor Andreu

Qué gusto hacer cabriolas en la tele
sin mancillar con yolas la bragueta,
qué bendición no andar como un pelele
cuando quien te convoca se respeta.

¿Qué pasa Neng, Corbacho, follonero,
Santi Millán, Zuloaga, Palomino?,
peña sex symbol, viva el telonero
de las Carmona, el payo catalino.

Que alivio no sufrir los hasta cuándo
del pájaro en la mano del guionista,
lo nuestro quiere ser ciento volando,
lo marciano bufón versus artista.

No pedíamos más ni mucho menos,
pero que no nos tomen por idiotas,
pero que no nos curen con veneno,
pero que no nos toquen las pelotas.

Ni estamos en la luna, ni exigimos
doce más una, miércoles y trece,
si vomitamos es porque reímos,
porque follamos, porque no amanece.

Utópicos, decían, trasnochados,
subvencionados huérfanos de teta,
bolcheviques probeta, desclasados,
disfrazados de tuerto con muleta.

Vestido duermo loco de contento
sin el tormento trinco repelente,
por fin un late night, bendito acento,
con pedigrí del mestre Buenafuente.


Barceloneta, septiembre de 2005

30 junio 2008

Seis sonetos menos una canción V y VI

V.
Cumple don Amadeus, manda cojones,
con la que está cayendo, luego es pronto,
para el fuego de las televisiones
el listo de la clase es el más tonto.

Turismo de dalilas y sansones,
lo mismo da Manila que Toronto,
Samarkandas, Babeles, Guasingtones,
si pierdo los papeles me helesponto.

Mueran los cagapilas bautismales,
el que da la barrila, el que se inhibe,
los municipios tan municipales.

¿Cuerdas vocales? Músculo del pibe,
las caballé placidominicales
no se la ponen dura a quien suscribe.

VI.
Resumién permanén de la Mosquera,
Nigeria, esquizo, Tony, tonta altiva,
Fidel, Raquel, Carrasco, peluquera,
Rociito, bebé, piel de exclusiva.

Abracadabro en el museo de cera,
qué despalabro hortera menos IVA,
bombines fuera por la chipionera,
virgen de la Regla, tienes quien te escriba.

Pasarela neptuna de Cibeles,
colegiala Yolita marca Apeles,
pezón post virtual, coño probeta.

Más morbo tiene el diente de la luna,
lo urgente, amatxo de Herri Batasuna
es cambiar goma dos por una teta.

Houston (Iparralde), febrero 2006

25 junio 2008

Seis sonetos menos una canción III y IV

III.
Te debo una canción, te pido nada,
canto porque respiro y porque muero,
porque espero, madita madrugada,
chaparrones de abril, cuestas de enero.

Semifusa indolenta, musa helada,
cuñada de Caín, daño a tercero,
dos okupas soñando una almohada
huérfana de carmín, lupa de cuero.

Qué Charly, qué Rodríguez Milanés,
qué swing, qué pas de deux con cinco pies,
síndrome de Estocolmo del Caribe.

Una canción es todo y al revés,
Chuco Valdés y Bebo, ¡ay! mamá Inés,
y nos dieron las diez con quien suscribe.

IV.
Un trovador es un cabrón con pintas
que se apunta a rimar un bombardeo,
un tuno con ladillas y sin cintas,
que abusa del derecho al pataleo,

que plagia a José Alfredo y Agustín,
Cohen, Dylan, Brassens y De Gregori,
que camufla la calva con bombín
a la hora de entonar el gorigori.

Matamoros, Cachao, Sindo Garay,
Bola de Nieve, Juan Formell, Compay,
Viola, Gardel, Chabuca, ¿quién da más?

Al alba, Cambalache, Construçao,
Lágrimas negras, Woman del Callao,
Mediterráneo, Ne me quitte pas.

La Habana, febrero 2006

23 junio 2008

Seis sonetos menos una canción I y II

I.
Una canción es algo más que un verso
loco por dar la nota destemplada,
un lifting en la chepa del Inserso,
un hip-hop, un perreo de matinada.

Una canción es un dolor que cura,
una lengua de gato malparido,
la lava de un volcán en miniatura,
un solo de domingo sin partido.

Puede ser himno, réquiem, melopea,
cita a ciegas del tímido y la fea,
consuelo al por menor, cielo pagano.

Bálsamo, tragaluz, anfetamina,
una canción es una golondrina
que, milagrosamente, hace verano.

II.
Una canción es un pero a la izquierda,
un labio para el sabio que no toca,
un corazón que gana manque pierda,
una fulana, un don que se equivoca.

Una canción se muere por cantarte
las cuarenta versión sesenta y nueve,
una canción por desamor al arte,
póstumo cantautor, eppur se mueve.

Una canción es una epifanía
de sobras, de fartas de ortografía,
jirón del edredón de la memoria,

una canción es un turbante en bruto,
un bujarrón, que, en menos de un minuto,
te hace una paja sin hacer historia.

Parnasillo, febrero de 2006