12 julio 2007

Hay cosas que me indignan

Hoy, buscando información sobre mi ídolo Joaquín Sabina, he llegado por casualidad a una página en la que me he encontrado un escrito que me ha indignado, y no he podido dejar de contestar. La gente critica sin conocer, sin entender... Así que aquí os dejo el escrito y mi respuesta, para que opinéis, gracias:

(Negro: Escrito; Azul: Respuesta)

No se asusten. Que Joaquín Sabina aparezca en la sección de música no implica que en La Página Definitiva nos hayamos vuelto locos. Somos conscientes de que Sabina no tiene ni idea de música, de que apenas sabe tocar unos acordes de la guitarra, de que no tiene unas nociones básicas de composición musical y de que en el escenario se dedica a repetir siempre el mismo concierto. Pero, a pesar de todo, graba discos de canciones, lo que nos lleva a incluirle en esta sección, pidiendo perdón por la ofensa que les puede suponer a los que comparten apartado en LPD con el andaluz.

Primero, si lo que tienen son ganas de criticar al poeta Joaquín Sabina no pongan excusas de que graba discos y por eso deben hablar de él, ya que he estado mirando su página (a la que he llegado por casualidad buscando noticias sobre Sabina) y hay muchos otros grupos que según ustedes seguro que hacen mejor su trabajo que Sabina pero que no salen ahí, así que, critiquen, pero sin excusas.

Joaquín Sabina empezó a componer y cantar canciones porque prácticamente no sabe hacer otra cosa (lo que ya es triste, dadas sus limitaciones en "su" terreno) y porque es demasiado vago para trabajar (no destaca tampoco en su trabajo de compositor por su productividad). Dados sus primeros pasos, y tras traicionar a quien hiciera falta para triunfar, Sabina llegó al estrellato en los primeros años 90 cuando grabó "Y nos dieron las diez", una ranchera que
le abrió las puertas del éxito y que le convirtió en lo que es ahora: en gurú de sentimentaloides rápidamente impresionables por unas letras facilonas y una actitud falsamente provocadora.

Joaquín Sabina empezó a componer canciones y a cantar porque le gustaba y se le daba bien, y empezó cantando en un metro de Madrid como cualquier persona que quiere ganar cuatro euros (entonces pesetas), no me parece eso de persona vaga, y menos que me lo diga alguien que se sienta en un ordenador a criticar el trabajo de otro.

Eso es como si yo me pongo a criticar un cuadro de Miró, que puede gustarme o no gustarme, pero ha hecho lo que le apetecía, para él tendrá algún sentido o no lo tiene y tal vez solo lo pintó para ver cómo la gente se come la cabeza delante de su cuadro para buscarle un sentido. Pero no por eso puedo decir que es mal pintor, simplemente que a mi no me gusta. Es lo mismo con Sabina, a mucha gente no le gusta, no entienden sus letras, no es su estilo de música, pero no por eso pueden decir que es malo.

Maradona fue un gran futbolista y sin embargo los brasileros le odian (igual pasa con Pelé y los argentinos), pero no por eso dejan de ser buenos futbolistas.

Y sinceramente, lo de las letras facilonas se lo podían ahorrar, hay que buscarles la parte oculta a las canciones, como a las personas, si solo te quedas lo de afuera te quedas con nada.

Detengámonos, en primer lugar, en esto último, en su actitud. Joaquín Sabina presume siempre de ser un tipo legal, que dice lo que piensa y que no se calla ante las injusticias. Pero… Sabina consiguió abrirse un hueco en el Madrid de la movida gracias a Javier Krahe, un cantautor con el que realizó una larga serie de actuaciones en La Mandrágora. Se dieron a conocer en aquellos ingenuos años 80 porque Krahe cantó " Marieta en TVE (la canción en la que se repite la palabra "gilipollas" ad nauseam, lo que provocó un auténtico revuelo entonces). Krahe, auténtico cerebro brassensiano del invento, se quedó estupefacto (por no decir otra cosa) cuando su protegido, un par de años después, aceptó darle el beso de Judas: TVE emitió un concierto de Sabina a condición de que éste accediese a eliminar la única canción que cantaba en esa actuación Krahe, "Cuervo ingenuo", una crítica a Felipe González y su promesa incumplida de no meter a España en la OTAN. Sabina, como decimos, aceptó aquello, Krahe comprendió de qué tipo de calaña era el amigo Joaquín, el trepa que tenía muy clarito lo que quería. Desde aquel momento, TVE se deshizo de Krahe y se volcó con Sabina, emitiendo, por ejemplo, cualquier videoclip suyo incluso antes de ser un superventas (ejemplo: vídeo de "¿Quién me ha robado el mes de abril?").

Sabina es un tipo legal, pero es un canalla también, pero eso la gente que le seguimos lo sabemos, seguramente no es esa persona a la que confiarías tu vida, pero cuando se ponen a hablar de un músico en una página sobre música lo que importa es eso, la parte de musical, hay que hacer crítica de su música, no de la persona.
Y aún así, es una persona de esas con las que se debe poder hablar de cualquier cosa (desgraciadamente no lo conozco en persona), es culto como hay pocos, en las canciones habla de lo que haga falta, conoce medio mundo...
Y no tengo muy claro si eso de que pisó a todo el que pudo es realmente cierto, pero hay que tener claro que el mundo de la música (y ustedes lo deberían saber si hablan de música) es un mundo difícil, en el que gana el más fuerte y el se hizo su hueco y si ha llegado donde está es por algo.
Además, si TVE se volcó en él será porque vio talento, no? (Que seguro que J. Krahe también, pero no le conozco)

Mientras, Sabina sigue escribiendo canciones para diversos grupos, en especial para Gurruchaga ("Corazón de neón", "El huevo de Colón"), algunos versionean sus temas (Antonio Flores con "Pongamos que hablo de Madrid", una canción sobre el estupor que le produce a un paleto estilo Paco Martínez Soria la llegada a la gran ciudad), y el éxito llega con "Física y química", un producto comercial muy estudiado en el que Sabina alterna las baladas románticas ("Peor para el sol", "A la orilla de la chimenea") con sus canciones de enumeraciones ("La del pirata cojo", "Todos menos tú"). Sin olvidar, claro está, su pose de individuo autoproclamado de izquierdas que se ríe de todo, incluso de la existencia de un problema como el SIDA ("Pastillas para no soñar": "Si lo que quieres es vivir cien años / no lo hagas nunca sin condón").

No considero que "Pongamos que hablo de Madrid" sea ninguna canción sobre un paleto, además, se están quedando a gusto, porque en 3 líneas están criticando a Joaquín Sabina, a Antonio Flores (porque que versione una canción sobre un paleto escrita por Sabina debe ser malo, no?), y a Paco Martínez Soria.
Después, en esta vida es mejor reírse de todo que llorar por nada. Y no creo que en esa canción se esté riendo del problema del SIDA, simplemente es una frase de una canción, además, hay muchas otras enfermedades que se transmiten con el sexo y que también pueden acortar la vida.

Este disco sentó la fórmula mágica del cantante (?), que repetiría hasta la saciedad, una especie de recetas o clichés fijos que le permitirán crear canciones con el mínimo esfuerzo posible. Éstos son los patrones:

Todos los cantantes, incluso los que les gustan a ustedes, tienen un cliché, un estilo propio que se mueve dentro de unos límites, y es más, Sabina es uno de los que tiene más margen, puede cantar (como bien explican seguidamente) rock, rap, baladas, rancheras, etc.

- Canciones basadas en la enumeración aleatoria de elementos que se supone que tienen relación entre sí. No obstante, esta relación la pone cada uno, porque, la verdad, es que no tiene mucho sentido. Es como si decimos: "coche, noche, chica, polvo, amanecer, cama solitaria, frustración". Vamos, un mensaje muy claro. En ocasiones, se utiliza la anáfora. Lo único que hay que hacer es rimar para que quede todo bien: "Todos menos tú", "La del pirata cojo", "Es mentira", "Seis de la mañana", "Ahora que", "Noches de boda", "Ruido", "Más de cien mentiras", "Esta noche contigo", etc.

¿Ven? Cuando lo hacen ustedes no tiene la misma gracia, parece fácil una canción así, pero hay que saber combinar bien los factores, el ritmo, las letras...

- Homenajes a amigos, especialidad de la casa. Como la inspiración sin trabajo nunca llega, pues a lo fácil: "Por el bulevar de los sueños rotos" (a Chavela Vargas), "Mi primo El Nano" (a Serrat), "Yo quiero ser una chica Almodóvar" (al manchego). Aquí se incluye una variante, la de grabar canciones con amigos a los que dice querer: "Viridiana" (Los Rodríguez), "La casa por la ventana" (Pablo Milanés), "Noches de boda" (de nuevo Chavela Vargas), etc.

Antes hablaban de que Sabina era una persona que pisaba a quien hiciera falta, sin embargo ahora me dicen que tiene muchos amigos, ¿no?, un poco incoherente.

- Canciones rap, para demostrar que puede hacer de todo, aunque siempre opte por el rap para probar su eclecticismo: "No soporto el rap", "Como te digo una 'co' te digo la 'o'", "Rap del optimista".

Como he dicho antes, no solo hace rap, hace un poco de todo.

- Canciones pretendidamente existenciales, sobre su vida: "A mis cuarenta y diez", "Tan joven y tan viejo", "Esta boca es mía", etc.

Grandes canciones, sí señor. Todo cantante acaba haciendo autobiografía en sus canciones.

- Y otro asunto es su asistencia a la rima fácil y recurrente: por ejemplo, la rima "noche / coche" la utiliza en varias canciones, como "Esta noche contigo", "Aves de paso" y en unas cuantas más (se lo proponemos como ejercicio, ya verá cómo hay más).

Pero lo que más molesta de Sabina es su pose de defensor de la verdad. A ver si algunos ejemplos nos ayudan a pensar.

- En un concierto celebrado en Valencia, Sabina se despidió diciendo: "¡Que se mueran los ricos!". La multitud que aplaudió el gesto como acto rebelde no se paró a pensar en el precio elevado de la entrada de ese concierto.

- En una entrevista, también dijo: "Yo nunca me preocupo del dinero que tengo". Otra tontería más de quien está forrado y hace como que no tiene un duro.

Pues sí, no se preocupa del dinero porque lo tiene, y todos haríamos lo mismo. Ustedes le critican por hablar desde la riqueza, pero si estubieran en su lugar serían iguales, y yo y todos.

- Sus conciertos son auténticos calcos. Siempre las mismas canciones y una escenografía sin sentido y unas pocas bromas que intentan presentar a Sabina como un genio en el escenario (siempre la misma bromita: Sabina corre delante de un tipo vestido de policía dando dos vueltas al escenario).

Por desgracia solo he podido asistir a un concierto y la verdad, me encantó, no vi la bromita del policía, y no creo que fueran las mismas canciones, ya que es bastante difícil que cantara "Pájaros de Portugal", en la gira de "Física y química".
Por cierto, ¿como saben lo de los conciertos si no les gusta Sabina? ¿Van a verlo igual?

- Apologista del consumo de drogas, del sexo sin condón, del vivir al límite hasta que el cuerpo aguante, el individuo que le envía un cartón de tabaco a Santiago Carrillo al hospital tras sufrir éste una insuficiencia respiratoria, el que tan pronto pide el voto para EU como para el PSOE (acabará pidiéndolo para el PP, y si no, tiempo al tiempo), este sujeto es el que critica a Sardà diciendo "es basura porque ofrece un modelo nefasto para la sociedad". Toma ya.

Todos sabemos que las canciones de Sabina no son aptas para los niños, y los adultos, son bastante mayores para hacer caso de una canción, que lo único que quiere es transmitir algo, o entretener al personal.

- Y, por cierto, critica a Sardà porque éste no le lleva a Crónicas Marcianas a promocionar sus discos, y porque la crítica a Sardà le da publicidad. Sabina es un ser ávido de figurar.

- Tras destrozarse la voz por el tabaco, el alcohol y las drogas, graba "19 días y 500 noches", y asegura que "siempre había tenido la misma voz, pero en este disco me atreví a cantar sin falsearla". Claro, y todos nos chupamos el dedo.

No se si dijo lo de la voz, pero que no tiene ningún reparo en reconocer su problema con las drogas y el alcohol si que lo se.

- Sabina se cree el eterno adolescente. Y para este disco graba un videoclip en el que emula, sin reconocerlo, el "Don't Look Back", el video que hizo Bob Dylan con DA Pennebaker. Dylan entonces no llegaba a los 25 años, mientras Sabina superaba los 50, intentado parecer un chiquillo travieso. El espectáculo es lamentable.

- Y no nos olvidamos de que Sabina es tan enrollado que en sus conciertos saca una foto de Krahe en plan "mea culpa". Vale, pues prodúcele un disco.

¡¡En el concierto al que yo fui tampoco vi esa foto!!

Con todo, Sabina está de capa caída. Publica un libro de sonetos infame, asegura que trabaja mucho (cuando la verdad es que tampoco publica demasiados discos para la cantidad de horas que dice trabajar) y ahora vuelve a recaer de sus problemas de salud por desobedecer (un valiente como es él) a sus médicos. Si lo que quieres es vivir cien años, desde luego, no vivas como Sabina. Y si lo que quieres es ser mínimamente inteligente, desde luego, tampoco lo tomes como modelo. Si Jacques Brel levantara la cabeza…

Si claro, si estar de capa caída es vender las entradas para sus conciertos en unas cuantas horas, en toda España y latino-américa, pues si, está de capa caída.

No hay comentarios: